Análisis del capítulo 1×02 de House of the Dragon.

Una semana más, después del visionado del segundo capítulo de House of the Dragon, que podéis valorar aquí, llega el momento de reflexionar sobre lo que hemos visto. De la mano de los Escribas Leales que se ofrecieron voluntarios para llevar a cabo esta tarea, hoy continuamos esta sección con alguien que, aunque no lleva tanto tiempo en la Compañía, está haciendo méritos para conseguir un puesto de honor en nuestras filas. No es otro que @Carnicero Fuegoscuro, al que le debemos la idea de hacer más llevadera la espera de Vientos de Invierno con la sección Mientras llegan los Vientos. Hoy se enfunda en su mejor armadura para analizar el segundo capítulo de la primera temporada de House of the Dragon.

 


House of the Dragon

1×02: El Príncipe Canalla 

— Carnicero Fuegoscuro —


Volvemos una semana más con el análisis de House of the Dragon. Damas y caballeros leales, tomen sus asientos, pongan sus equipos de sonido a funcionar a pleno rendimiento, y disfruten de los 53 minutos de epicidad que nos esperan al oír el característico “ooooohhhhh” al que nos ha acostumbrado la HBO. Sin más dilación… ¡comencemos!

Y esta vez lo hacemos con el segundo capítulo de la serie, llamado “El Príncipe Canalla”, el cual un servidor tendrá el placer de analizar, sin que tenga nada que ver que sea descendiente de este atractivo, pícaro y canalla príncipe, el gran Daemon Targaryen. El capítulo comienza con el ya inconfundible tema principal de Juego de Tronos sonando (so cutres), mientras que la introducción es totalmente nueva. Se trata de la maqueta de la capital de la Antigua Valyria que Viserys está construyendo: cada pieza representa a un miembro de la familia Targaryen, mientras que la sangre baja, de padres y madres a hijos e hijas, representando la herencia recibida por cada miembro de la familia, que es recibida y transmitida a la vez. Como dijo el gran Tywin Lannister, al final lo que perdura es el legado.

Desde un punto de vista puramente estético, no puedo más que aplaudir la nueva introducción. El diseño de las maquetas es magnífico, al nivel de la serie madre. El problema es que, cualquiera que sea la comparación, La Casa del Dragón va a salir perdiendo, al menos por ahora, y eso es lo que me temo que pasará con esta introducción. Analizándola por sí misma, me parece estupenda. Aunque, al menos desde mi punto de vista, es más difícil entender su significado de lo que lo era en Juego de Tronos.1

Si dices que no te has emocionado al oír la intro de Juego de Tronos, es que mientes.

Tras estos dos preciosos minutos, pasamos a los Peldaños de Piedra, donde Craghas Drahar hace honor a su apodo de “Cebacangrejos”, ya que se encarga de ejecutar a los marineros ponientíes que han naufragado dándoselos de comer a los cangrejos.

A este tío yo lo he visto en Naruto…

Acto seguido, el capítulo nos lleva a Desembarco del Rey, seis meses después de la muerte de Aemma Arryn, donde Viserys y su Consejo Privado están discutiendo la reciente muerte de Ser Ryam Redwyne, caballero de la Guardia Real. Sin embargo, Corlys Velaryon se dirige furioso al rey, informándole de que otros cuatro barcos ponientíes se han hundido en los Peldaños, incluyendo uno Velaryon. La Serpiente Marina propone enviar la Flota Real para limpiar las islas, pero Viserys le recuerda que la Triarquía financia a los piratas, por lo que una guerra contra ellos sería un suicidio. Corlys también le reprocha que no haya hecho nada para desalojar a Daemon de Rocadragón, que ocupó hace seis meses con sus Capas Doradas. Rhaenyra propone enviar la Flota Real acompañada por jinetes de dragón, lo que gusta a Corlys pero no a Otto Hightower. Viserys dice que todo se hará en su momento, y envía a Rhaenyra a decidir el próximo Guardia Real.

¿A ti quién te ha dado voz en este Consejo, niña? Ni que fueras un hombre.

En el Torreón de Maegor, Rhaenyra debe decidir quién será el nuevo Guardia Real. Los candidatos son cinco, todos de probada valía, aunque como bien pregunta la heredera, ninguno de ellos tiene más experiencia de combate que la de atrapar furtivos. Como dijo Rhaenys en el capítulo anterior, todos están más verdes que la hierba de verano y con las pelotas llenas de simiente. Todos, salvo Ser Criston Cole, caballero realmente curtido en batalla, en las incursiones dornienses en territorio de las Marcas. Para sorpresa de nadie (guiño, guiño, codazo, patada), este es el caballero escogido para ser el nuevo Guardia Real. No creo que sea spoiler decir que la relación entre estos dos pasa de ser increíble a ser increíblemente mala, así que aconsejo que prestemos atención a esta parejita, a ver si lo que dijo Champiñón era verdad o no.

Quédate con quien te mire como Rhaenyra mira a Ser Criston.

Más adelante, nos movemos a los aposentos de Viserys, que le está enseñando su maqueta a Alicent (la misma de la introducción), y le habla de Valyria: su capital fue construida alrededor de un volcán, y los magos eran los que más cerca vivían, cerca de su magia y poder. Viserys le cuenta a Alicent que está preocupado por su hija, pero que a veces tiene más miedo de ella que del mismísimo Balerion. Después, vemos a Rhaenyra y Alicent rezando en el Gran Septo, y a la primera preocupada porque intenten reemplazarla como heredera. Alicent reza por su madre, y anima a Rhaenyra a que haga lo mismo. Las dos chicas comienzan a hablar de los problemas que tienen con sus padres, especialmente de la falta de comunicación (cómo conozco esa sensación…).

Cualquiera que haya tratado con chicas de 15 años sabe que Viserys tiene razón.

En los jardines de la Fortaleza Roja2, Viserys se reúne con Rhaenys y Corlys para, básicamente, hacerles la pelota. A Rhaenys le dice que es su prima favorita, y a Corlys que su flota es imprescindible. Los Velaryon deciden ir al grano, proponiendo a Viserys que se case con su hija Laena, una niña de solo 12 años. En una escena posterior, Viserys y Laena pasean juntos, bajo la atenta mirada de su padre. Laena le dice a Viserys lo que su padre le ha dicho que diga: ambos somos valyrios, será un honor casarnos y unir las familias, y te daré muchos hijos. Por suerte, Viserys parece tener ciertos escrúpulos, como bien demuestra al preguntarle a Laena qué le dijo su madre: “no tendrás que acostarte con él hasta que cumplas los 14”. La cara y voz de la niña lo dice todo.

Le haré una oferta que no podrá rechazar.

Algo antes del paseo, Rhaenyra y su padre por fin hablan y se ponen al día. Ella le cuenta su elección de Guardia Real, y él le dice, respecto a su intervención en el Consejo, que es joven y que ya aprenderá. En esas palabras interpreto su intención futura de llevarla a reuniones del Consejo Privado.

Pero cuando Rhaenyra ve a su padre con Laena, se cabrea de una forma que me recordó sobremanera a Daenerys: este es mi trono, no pienso dejar que nadie me lo quite. Entonces aparece la gran Rhaenys Targaryen, de quien me declaro fan a partir de este momento, interpretada por una aún más grande Eve Best, a quien recuerdo con cariño de la serie Stan Lee’s Lucky Man. Rhaenys, con toda su experiencia y mala hostia, le dice a Rhaenyra que ese es el orden de las cosas: tu padre se casará de nuevo, tendrá hijos, y todos esperarán que esos hijos hereden el trono. Rhaenyra le dice que ella creará un nuevo orden, a lo que Rhaenys le responde, con el modo de puta ama activado, que los hombres prenderían fuego al reino antes que ver a una mujer sentada en el Trono de Hierro.

Rhaenys Targaryen, la Reina que Nunca fue, pero siempre lo será en mi corazón.

Pasamos a otra escena de Viserys y Alicent en sus aposentos, en la que Alicent le regala al rey una figurita de roca de un dragón, que se le había roto antes. Muy oportunamente, este capítulo de Cómo Ligarte a un Friki se interrumpe por un aviso de urgencia de Otto Hightower: Daemon se ha llevado un huevo de dragón, y piensa casarse con Mysaria, embarazada, en dos días. Todos están cordialmente invitados a la boda, pero ninguno recibe la noticia con alegría y proponen mano dura. Todos salvo Viserys, que cree que es una simple provocación, hasta que Rhaenyra pregunta, muy oportunamente también, qué huevo se ha llevado Daemon. Resulta que era el que iba a ser para Baelon. Ahí sí que se cabrea Viserys y decide tomar cartas en el asunto, enviando a Otto Hightower y a Ser Criston con 20 guardias a Rocadragón.

Cuando empecé esta maqueta, Alicent, creía que Vientos de Invierno saldría antes de la sexta temporada de la serie.

Tengo que decirlo, porque si no exploto: ¡QUÉ PEDAZO DE ROCADRAGÓN! ¡ESO SÍ QUE ES UNA FORTALEZA A LA ALTURA DE LOS TARGARYEN! Se nota la pasta que se han gastado en los decorados.

Ahora que lo he dicho, volvemos a Rocadragón, donde Otto y Ser Criston avanzan con sus guardias al encuentro de Daemon. Y entonces es cuando aparece mi querido antepasado, acompañado por Mysaria y los Capas Doradas. Otto le exige devolver el huevo, dejar Rocadragón y repudiar a su puta. Daemon le responde que una mierda. Todos sacan sus espadas, pero para desgracia de Otto llega Caraxes, así que tienen que guardarlas. De repente, llega Rhaenyra a lomos de Syrax para hablar con Daemon. Le dice que, si quiere ser heredero, que la mate. Brutal este duelo entre tío y sobrina.

Por suerte para él, Daemon sabe que si hace eso Viserys lo matará, así que le devuelve el huevo y se marcha a nuestra querida y conocida sala de reuniones de Rocadragón, donde Mysaria le reprocha el engaño, el haberla puesto en peligro, y las mentiras sobre su matrimonio y el embarazo de la carta. Mysaria, además, le recuerda a Daemon que le prometió que sería libre del miedo. En esta escena quiero destacar una cosa: Mysaria dice que hace tiempo que se aseguró de que no correría el riesgo de quedarse embarazada, pero Fuego y Sangre habla claramente de que sí lo estuvo, pero que tuvo un aborto. Cronológicamente no hemos llegado a ese momento, así que más adelante veremos si realmente ha cambiado.

Clara, ¡trae la Tardis! ¡Nos largamos de este universo paralelo!

En otra charla privada, esta vez con Lyonel Strong, Viserys vuelve a sacar el tema del matrimonio. Strong le dice lo mismo que el resto, que es su deber casarse para asegurar la sucesión, y que no conviene enemistarse con los Velaryon. Cuando Rhaenyra vuelve, su padre le reprocha haberse ido sin su permiso, pero ella dice que ha conseguido lo que Otto no. Viserys, en un acto claramente premonitorio, se lamenta de lo mucho que se parecen su hija y su hermano. Posteriormente, decide volver a casarse porque es su deber, a pesar de que no quiera, para asegurar la sucesión. Rhaenyra lo entiende, al igual que, creen ellos, Aemma lo entendería. Viserys decide dar la buena nueva en el Consejo privado, anunciando que tomará como esposa a Alicent Hightower. La reacción de Corlys no se hace esperar, pero Viserys le recuerda quién manda. Algo peor se lo han tomado las ahora mejores amigas y pronto mayores enemigas: Alicent, aterrada, y Rhaenyra, dolida.

Gracias por tu trabajo, hija mía. Tu útero va a ser mi plan de jubilación.

Llegamos a la última escena del capítulo, con Corlys Velaryon soltando un monólogo sobre su casa, que aun de origen valyrio, nunca fue jinete de dragón. Todo lo que tienen lo consiguieron por sí mismos. O quizá no sea un monólogo, ya que Daemon ha decidido hacerle una visita. Cabreados como están con la debilidad del rey, y como buenos segundones que son, algo de lo que sé, deciden demostrar su valía yendo a la guerra contra los piratas de los Peldaños de Piedra. Corlys, porque sus rutas de suministros están amenazadas; Daemon, porque quiere demostrar que puede ser un buen heredero.

No lo he dicho antes, pero en esta escena quiero destacar las interpretaciones de Steve Toussaint como Corlys Velaryon y Matt Smith como Daemon Targaryen, que parecen empezar a cobrar protagonismo. También, por supuesto, al resto del reparto, especialmente a Paddy Considine y a Milly Alcock.

Gritad todos conmigo: ¡segundones de todo el mundo, uníos!

  1. Aquí un hilo para entenderlo.
  2. Son los jardines de Santa Clotilde, en Lloret de Mar, Catalunya.